martes, 25 de febrero de 2014

Ayudas para padres: Buscar información en Internet



Desde que la mayor parte de los padres estudiaban a ahora, mucho a cambiado el mundo. La tecnología ha invadido nuestras vidas e Internet está presente, cada vez más, en nuestras vidas y de maneras muy diferentes. 

Nosotros, cada vez que necesitábamos obtener información o hacer un trabajo, íbamos a la biblioteca durante horas a nadar entre un mar de libros en los que encontrar aquello que necesitábamos. Los libros eran, casi, la única fuente de sabiduría y de conocimiento. 

Pero mucho han cambiado las cosas. Hoy en día, en un solo click podemos obtener toda la información que queramos, casi al instante, de cientos de fuentes diferentes: wikis (como la wikipédia) , blogs, foros... y así un largo etcétera. Y nuestros hijos, pertenecientes a una generación conocida como "nativos digitales", usan estas fuentes de forma continua, tanto para sus estudios como para usos personales. 

Y es aquí donde surgen las dudas. Porque antes, lo que ponía un libro era casi verdad absoluta. Se suponía que un grupo de expertos o de personas con conocimiento revisaban las obras antes de su publicación y se le daba un valor de confianza (que en muchísimas ocasiones ha resultado ser inmerecido). Pero ahora, cualquiera puede publicar lo que quiera sin ningún tipo de supervisión. ¿Como puedo saber si lo que dice es verdad o una simple tontería? A eso queremos ayudaros hoy.


El princípio de autoridad


Para poder distinguir el grano de la paja, lo primero que deberemos desechar es el principio de autoridad, que antaño aplicábamos a los libros. Los datos son falsos o no por si mismos, y no dependiendo de si aparecen escritos en un medio determinado o porque lo diga una determinada persona. Si leemos "Miguel de Cervantes escribió El Quijote", esto es cierto lo hayamos escrito en este blog, en la wikipedia o en la enciclopedia británica. Entonces, ¿como podemos distinguirlo?. Antes hablábamos del trabajo de supervisión que, supuestamente, llevan los libros editados. Pues ese trabajo de supervisión nos tocará hacerlo a nosotros:
  1. Desconfía de todo texto que no tenga referencias: bibliografía, enlaces externos, etc. Si no mencionan ninguna fuente, no sabremos en que se basa para hacer una afirmación.
  2. Visita las fuentes. Comprueba de primera mano cuales son las fuentes en las que se basan y cual es su posible veracidad.
  3. Sé crítico con todo aquello que leas. Piensa e investiga. Hay que aprender a ser escéptico y a dudar. 


En el caso de textos sobre humanidades, historia o literatura, es relativamente fácil hacer esto. En temas de ciencia quizá sea más complicado, pero aquí os dejamos un pequeño "manual" de como detectar la chapuza.

Inglés... El dichóso Inglés.

Si, lo siento. Esto es Internet, y el inglés el tercer idioma más hablado del mundo el año pasado. Ojo! No confundamos. Que un texto esté escrito en inglés no significa, necesariamente, que el autor sea inglés o norteamericano. Por consenso, muchos artículos (sobre todo científicos y técnicos) se escriben en inglés, para su publicación internacional.

Así que es buena idea que nuestros hijos aprendan inglés cuanto antes y lo usen con naturalidad.

Conclusiones

Distinguir el grano de la paja en Internet requiere un esfuerzo por nuestra parte. Esto debería fomentar el espíritu escéptico y de investigación de la persona. Y no solo sirve para hacer trabajos en clase, sino que es, realmente, una lección vital importante. Y para ello, contaré con la inestimable ayuda de Jordi Évole, con su falso documental emitido este domingo: "Operación Palace".  

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